Abril

Abril 1

La sabiduría que proviene de Dios es un tesoro

Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo eso en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey, sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti (2 Crónicas 1:11-12).

Reflexión: Qué valiosa enseñanza nos dejó Salomón, él pudo haber pedido riquezas, honra, poder; pero no, pidió sabiduría. El rey Salomón sabía que la sabiduría que proviene de Dios es el tesoro más preciado que podemos tener, y así lo describe en Proverbios 8:11 “Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella”.  Muchas veces cometemos el error de pedir afanadamente a Dios riquezas, poder, vanidades, queremos alcanzar esos sueños deseados sin importar el precio, sacrificando nuestra familia, nuestra vida, nuestro tiempo, hasta nuestra relación con Dios porque queremos alcanzar eso que pensamos que nos hará felices, pero en ocasiones por más que trabajemos y nos desgastemos no alcanzamos lo que queremos, más bien nos vemos envueltos en frustraciones y problemas. Pensemos por un momento ¿estamos dejándonos guiar por la sabiduría Divina de nuestro Padre Celestial o estamos trabajando bajo nuestros propios esfuerzos? ¿Será que mis esfuerzos me encaminan a la meta que quiero alcanzar o solo me estoy dejando llevar por la corriente sin rumbo fijo? A veces nuestras oraciones se basan en “Quiero, Quiero, Quiero” queremos que Dios nos dé todo sin esfuerzos. Aprendamos del rey salomón y pidamos la Sabiduría Divina, digámosle a nuestro Padre yo no puedo solo guíame por los senderos que me conducen a ti, ayúdame a discernir con sabiduría, presentémosle nuestros planes y proyectos a Dios, pidámosle su aprobación. El rey Salomón sabía que le tocaría dirigir a un pueblo, que sus decisiones afectarían a otros, que tendría que pasar tiempos buenos, pero también tiempo de crisis, por eso pidió sabiduría. Hoy también se nos ha entregado una vida por la que debemos responder, pues no es nuestra, una familia, unos hijos, unos compañeros de clases o trabajo por los cuales somos responsables, nuestras decisiones también pueden influir sobre otros. Por eso, arrodillémonos a diario pidiendo esa claridad, esa sabiduría Divina que solo Dios puede brindarnos, orando con Fe. Dios te Bendiga.

 

Abril 2

¿Cuál es nuestra actitud ante las adversidades?

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia (Santiago 1:2-3).

Reflexión: ¿Qué actitud estamos tomado ante las adversidades? La Biblia nos dice que la fe puesta a prueba es más valiosa que el oro. Cuando pasemos por un momento difícil pongamos nuestra confianza en el Señor. Aprendamos en la adversidad, veamos los problemas como oportunidades para sacar la mejor versión de nosotros mismos, para refugiarnos en el Señor, aumentar nuestra Fe y ver cómo la Gloria de Dios se manifiesta. Cuando nos vemos presionados por las adversidades sacamos todo nuestro potencial para resolverlo. Como hijos de Dios, sabemos que si nos acercamos a nuestro Padre en busca de socorro Él nos dará la sabiduría para hacerle frente a nuestras dificultades, y no solo encontraremos las respuestas, sino que también nos llenaremos con su Poder Divino que nos levanta para salir victoriosos de cualquier adversidad. Cuando pasamos las turbulencias vemos cómo la Gloria de Dios nos hizo poderosos y nos sacó del abismo, aprenderemos y seguiremos adelante con más madurez y con más Fe en el señor. Entonces ¿Qué actitud estamos tomando? ¿Vemos las dificultades como problemas que nos aquejan o como oportunidades para aprender, renovarnos y acercarnos más al Señor? Hay veces que Dios nos enfrenta con el cambio porque quiere algo mejor para nosotros, Él siempre quiere nuestro bienestar. No dejemos que las dificultades nublen las oportunidades que Dios tiene para nosotros y nos alejen de Él, al contrario, cuando la desapareció nos invada oremos al Señor digámosle que le dé sosiego a nuestra alma, que nos indique lo que quiere de nosotros, ¿qué nos quiere enseñar? Digámosle que nos muestre las oportunidades que nos ofrece, que nos llene de su Poder y que nos dé Sabiduría Divina para discernir bajo los designios de Dios, enfrentemos las dificultades con buena cara con la confianza puesta en nuestro Padre. Dios te Bendiga.

 

Abril 3

Buscad y hallaréis

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá (Mateo 7:7-8).

Reflexión: Dios nos dice “buscad, y hallaréis”, en ocasiones tenemos claro lo que queremos hallar, pero no hacemos nada para buscarlo. Cuántas veces hablamos de todos esos sueños que tenemos, hablamos de ese ascenso que queremos, de la carrera que queremos estudiar, del viaje que queremos hacer, de la familia que queremos formar, del ministerio que queremos tener en la iglesia, y un sinfín de planes y proyectos a los que queremos llegar, pero nos quedamos en solo palabras. Pensemos en ¿qué estamos haciendo para llegar a alcanzar nuestros sueños? Recordemos que no obtendremos resultados diferentes si no hacemos cosas diferentes. Dios nos dice que busquemos y lo hallaremos, debemos tomar acción, buscar el camino que nos conduce a nuestros sueños y empezar a dar los primeros pasos en él, no sin antes pedir la bendición de nuestro Padre. A nuestro Dios le gusta que lo incluyamos en nuestros planes, porque Él siempre quiere guiarnos por los mejores caminos. Hagamos un plan de acción junto a nuestro Padre pidiendo primeramente su guía Divina, y empecemos a trabajar en lo que anhelamos de la mano de Dios. No tenemos que esperar grandes cosas para empezar a accionar, podemos empezar a dar pequeños esfuerzos, pero constantes y nos conducirán a grandes resultados. Una vez más Dios nos dice que confiemos en Él, que le pidamos, que busquemos, que lo llamemos. Él está dispuesto a ayudarnos, a escuchar nuestro clamor, a abrirnos las puertas, a guiarnos hasta hallar el camino. Dejemos de vivir en las palabras o de ilusiones, de lo que sería, o del futuro, tenemos un Dios Misericordioso y Poderoso dispuesto a ayudarnos, que nos ama y quiere lo mejor para nosotros, no tengamos miedo a actuar, confiemos en el Señor, hagamos planes con Él, y empecemos a trabajar por nuestros sueños siempre de la mano de Dios Padre. Dios te Bendiga.

 

Abril 4

Celebra los triunfos de los demás, aleja la envidia

He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu 

(Eclesiastés 4:4).

Reflexión: La mayoría de las personas hemos experimentado por un momento esa sensación de envidia que no nos hace nada bien, porque nos llena de tristeza y frustración, quizás estábamos esperando la aprobación de un crédito y nos da envidia que a nuestro amigo se lo aprueben y a nosotros no. Es cuando decimos me alegro por mi amigo, pero sentimos cierta envidia. Éste es solo un pequeño ejemplo donde le damos cabida a la envidia en nuestro corazón. Dios nos dice en romanos 12:15 “GOZAOS CON LOS QUE SE GOZAN…”  no debemos entristecernos con el éxito de nuestro prójimo, más bien debemos alegrarnos porque Dios ha contestado sus oraciones, porque lo ha bendecido y debemos sentirnos motivados porque es una señal de que Dios también contestará nuestras oraciones. Cada vez que veamos a alguien cumplir sus metas, debemos llenarnos de esa energía positiva y usarlo como motivación porque si esa persona pudo yo también puedo con Dios a mi lado. Que el éxito de los demás nos llene de esperanza y fortaleza, que no nos genere sentimientos negativos como la envidia que nos provocan infelicidad y amargura. Sintámonos felices por nuestros prójimos, demos nuestras bendiciones para que sigan adelante y veremos que se siente mucho mejor que cuando sentimos envida. Imaginemos, ¿Podemos desearle mal a una persona porque Dios ha respondido su oración?, ¿acaso estamos deseándole a otras personas lo que no quisiéramos que nos pase a nosotros? Recordemos que la vida es como un espejo y lo que damos recibimos. Dios sabe los deseos de nuestro corazón, el conoce nuestras necesidades, seamos pacientes, la respuesta de Dios llegará en el momento oportuno y alegrémonos con nuestro prójimo porque es testimonio vivo de que Dios sí nos escucha. Dios te Bendiga.

 

Abril 5

Orar y no desmayar

También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que, viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? (Lucas 18:1-7).

Reflexión: Jesús nos deja una enseñanza en Lucas 18, nos dice que debemos “orar y no desmayar”. Como seres humanos a veces cuando nuestras oraciones no son respondidas de inmediato nuestra oración desmaya, dejamos de orar por esa necesidad y nos sentimos de cierta forma tristes porque según nosotros Dios no respondió nuestra oración. Pero Jesús nos enseña que debemos ser perseverantes, que debemos orar en todo momento, con fe, confiados en que el Señor responderá nuestras oraciones, sin desmayar.  En el versículo 7 se nos revela una gran verdad, si un juez injusto sin ser temeroso de Dios accedió a hacerle justicia a la viuda porque estaba cansado de su persistencia, ¿cuánto más nuestro Padre que es justo, misericordioso y que nos ama? pero el tiempo de Dios es perfecto, nuestro Padre nos pide que confiemos en Él no solo para pedirle, sino también en el proceso. A veces pensamos que la oración es un medio por el cual le pedimos a Dios y Él tiene que respondernos de inmediato porque nuestro Padre es poderoso, pero como un padre que no quiere malcriar a su hijo y por eso no le da todo de inmediato para que aprenda a valor las cosas y la vida, nuestro Padre también nos enseña a través de nuestras necesidades y por esos nos dice “orar y no desmayar”. El señor nos responderá en el momento justo para nosotros, por eso debemos valorar el proceso, disfrutarlo y cuando la Gloria de Dios se manifieste ya habremos aprendido, madurado, aumentado nuestra fe y nos habremos fortalecido. Démosle las gracias en todo momento. Tengamos fe en Él, no desconfiemos ni desmayemos, más bien oremos con más fervor día y noche. Dios no responde nuestras oraciones presionado por nuestros ruegos, lo hace porque es misericordioso, justo y nos ama. Oremos entregando nuestras vidas, nuestras angustias y necesidades a Dios confiados en que Él actuará de forma sabia, en el tiempo oportuno. Él siempre responde nuestras oraciones. Dios te bendiga.

 

Abril 6

No usemos vanas repeticiones

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos (Mateo 6:7).

Reflexión: La oración nos permite comunicarnos con nuestro Padre celestial, este privilegio precioso que nos dejó Dios por el cual podemos renovarnos, avivar nuestra Fe, crecer espiritualmente, reconfortarnos con la Gloria de Dios y llenarnos de esa fuente de agua viva que es Cristo Jesús. Tristemente a veces caemos en la rutina, oramos por compromiso, por costumbre o distraídos. En ocasiones por nuestras ocupaciones diarias no tenemos tiempo suficiente para Dios, así que le dedicamos cinco minutos a elevar una oración distraída porque nuestra mente anda divagando en nuestros múltiples quehaceres, o en otros temas y cuando nos damos cuenta estamos haciendo de nuestra oración una narración vacía y repetitiva donde no nos estamos conectando con nuestro Padre de una forma sincera, dedicándole toda nuestra atención. ¿Será que estamos orando como los gentiles usando un montón de palabras vacías, pensando que de esa forma quedaremos bien con Dios? En ocasiones nos pasa que oramos por inercia repitiendo todos los días las mismas palabras, pero las citamos como un discurso aprendido. Nuestro Padre se merece toda nuestra atención, cuando oremos hagámoslo con toda la concentración, como seres humanos se nos es fácil distraernos con rapidez, así como cuando leemos un texto sin prestar atención y a la final no sabemos qué leímos, en la oración nos puede pasar lo mismo, así que pidámosle a nuestro Padre que mantenga nuestra concentración en Él pues necesitamos de su ayuda para hacerlo. Cuando oremos hablemos con nuestro Padre, démosle gracias por sus bendiciones y no generalicemos, digámoselas una a una, alabémosle porque merece toda la Gloria, contémosle nuestros planes, pidámosle su protección y sabiduría, entreguémosle nuestras vidas, hablemos con Él con toda sinceridad, abrámosle nuestro corazón. Que el tiempo que le dediquemos a nuestro Padre sea un tiempo de calidad, no importa si no es mucho tiempo, pero siempre busquemos un momento para hablar con Él de corazón y mantengámoslo siempre en nuestras mentes. Nuestro Dios no se merece una oración vacía y distraída. Oremos con todo nuestro ser concentrado en Jehová Dios y veremos como la Gloria de Dios se manifiesta en nuestras vidas. Dios te Bendiga.

 

Abril 7

A solas con Dios

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público

(Mateo 6:6).

Reflexión: La oración es un momento íntimo con Dios, donde le abrimos nuestro corazón y podemos hablar con Él, desnudando nuestra alma con confianza, sin pena, sin miedo, sin ataduras. La oración es un momento a solas entre nuestro Padre y nosotros. Por eso Dios nos dice que apartemos un tiempo en que podamos estar en secreto con Él, sin interrupciones y distracciones, un momento sagrado con nuestro Padre, nadie más que Él debe saber de nuestra oración. No busquemos alabarnos, ni distraernos porque si escogemos el momento para orar en la sala cuando toda la familia está reunida viendo televisión nuestra oración se verá interrumpida. Fuimos hechos para estar en una constante comunión con Dios, es por eso por lo que somos tan vigorizados a través de la oración. Nuestro Padre quiere que apartemos un tiempo para Él, nos espera con los brazos abiertos. Imaginemos cómo se siente Dios cuando pasan los días y nos olvidamos poco a poco de Él, cuando no le prestamos atención, ni le dedicamos tiempo. Nada es más importante que Dios, pues nos creó y nos lo ha dado todo. No seamos hijos malagradecidos, Dios se merece que le dediquemos un tiempo de calidad a solas con Él, un momento de privacidad donde podamos establecer una verdadera comunicación, donde le alabemos, y recibamos su Bendición. Dejemos de ser necios, nadie más que nosotros mismos nos beneficiamos de la oración, porque cuando establecemos una comunicación profunda e intensa con nuestro Padre nos sentimos renovados, llenos del Poder de Dios. A veces decimos amar a Dios y lo aparentamos con la sociedad, hasta hacemos obras, pero tenemos una vida espiritual pobre. Fortalezcamos la relación con nuestro Padre, hagamos crecer nuestra vida espiritual y nuestra fe a través de la oración, apartemos un tiempo a solas con Dios preferiblemente las primeras horas del día, cuando el resto de la familia duerme y podamos recibir el pan de vida desde la mañana, o también lo podemos hacer en cualquier momento del día, lo importante es que no nos olvidemos de nuestro Padre Celestial y le dediquemos tiempo de calidad. Dios te Bendiga.

 

Abril 8

¿Cómo debemos empezar la oración?

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre

(Mateo 6:9).

Reflexión: Jesús vino a ser ejemplo para nosotros, y en la Biblia encontramos muchas enseñanzas acerca de la oración. En mateo 6:9 nos dice que debemos empezar nuestras oraciones reconociéndonos como hijos de Dios al decirle Padre nuestro, nos dice que debemos reconocer la Gloria de Dios, pronunciando Su nombre para Santificarlo. Luego en Mateo 26:36-39 nos dice: “Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”. En estos versículos se nos muestra un ejemplo de cómo Jesús oró ante su Padre. Primeramente, nos narra que Él estaba con sus discípulos y se aparta, busca un lugar a solas para hablar con Dios para poder estar en plena comunión con su Padre. Jesús también se muestra angustiando y a pesar de estar rodeado de sus discípulos no busca refugio ni consuelo en ellos, sino en Dios. A veces nos encontramos agobiados y buscamos sosiego en otras personas, Jesús nos enseña que el camino correcto para encontrar la paz es Dios. Posteriormente en el versículo 39 dice que Jesús se postró sobre su rostro, éste es un ejemplo de una oración con humildad, cuántas veces oramos parados o sentados para no cansarnos, ni lastimarnos, y si oramos de rodillas no lo hacemos sobre nuestro rostro, aquí en este versículo se nos muestra la postura que debemos tener para orar, mostrándonos ante Dios con un corazón humilde. El versículo 39 termina diciendo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”, muchas veces también nos encontramos en situaciones tormentosas, debemos buscar refugio en Dios a través de la oración pidiéndole consolación, pero siempre buscando la voluntad de Él, no la nuestra. Posteriormente en Marcos 11: 24 “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá” Jesús nos da otro dato importante acerca de la oración, nos dice que debemos orar con fe, confiando en que Dios responderá nuestras oraciones, pues encontramos innumerables veces en la Biblia que Dios nos escucha y responde nuestras peticiones porque es amoroso y misericordioso. La invitación para hoy es que sigamos el ejemplo de Jesús, busquemos a nuestro Padre en todo momento, que acudamos a Él en nuestros momentos más difíciles porque Dios es nuestro refugio, por eso debemos orar a solas, en intimidad con nuestro Padre, oremos de rodillas postrados sobre nuestro rostro en muestra de humildad, glorifiquemos a Dios y pidámosle socorro, pero siempre esperando que se haga su voluntad, y sobre todo oremos con Fe. Dios te Bendiga.

 

 

Abril 9

Todos somos iguales

De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió (Juan 13:16).

Reflexión: Para Dios todos somos iguales. Dios nos creó a todos de la misma forma. A veces solemos medir el valor de las personas por los títulos que tienen, por el éxito, por los logros alcanzados y por un sinfín de vanidades que no tiene nada que ver con el valor de las personas. Todos fuimos hechos por el mismo Dios y de la misma forma, por eso todo tenemos el mismo valor. A veces la soberbia nos invade cuando alcanzamos algún logro, porque tenemos ciertos títulos, o porque sabemos mucho de la Biblia, recordemos que todos esos logros van de la mano de Dios. No somos más que nadie y nadie es más que nosotros. Tengamos un corazón humilde y aprendamos a apreciar a las personas. Todos tenemos diferentes cualidades porque Dios nos hizo variados, cada persona es un ser único e irrepetible. Lo que quizás para nosotros es fácil para otro no lo es, pero lo que para nosotros es difícil para otro es fácil. Jesús siendo el hijo de Dios vino a esta tierra a darnos un ejemplo de humildad, ni Él siendo tan Poderoso, tan Santo vino a sernos sentir inferiores, más bien se mostró como una persona humilde, y vino a servir en el nombre de Dios. ¿Qué somos nosotros ante la Gloria de Dios? Aprendamos de Jesús y seamos humildes, valoremos a las personas por lo que son, por sus virtudes, alejemos todo sentimiento de soberbia. Y así como no debemos sentirnos más que nadie, tampoco debemos sentirnos menos que nadie porque somos un ser único creado por un Dios Poderoso que nos ama, nos respeta y nos valora. Somos diferentes, pero con el mismo valor. Aprendamos a respetarnos, a valorarnos tal y como somos, aprendamos de Jesús, oremos para que Dios nos renueve, nos libere de todo espíritu de soberbia y nos enseñe a valorarnos y valorar a los que nos rodean. Dios te Bendiga.

 

Abril 10

Demos testimonio de las Bendiciones de Dios

Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios (2 Timoteo 1:8).

Reflexión: Todos los días vemos la Gloria de Dios manifestarse en nuestras vidas, a menudo nuestro Padre Celestial nos bendice y responde nuestras oraciones. Cuántas veces hemos estado en momentos de angustias, desesperación y Dios nos ha sorprendido con su ayuda y nos ha sacado del abismo, ha aclarado nuestro camino y ha abierto puertas imposibles de abrir. Son tantas las manifestaciones de Dios en nuestras vidas y a veces olvidamos dar testimonio de las cosas maravillosas que Dios hace por nosotros. Cuando damos testimonio de cómo Dios se ha Glorificado en nuestras vidas y nos ha ayudado estamos afirmando con nuestra experiencia que nuestro Padre es un Dios misericordioso, que no nos miente porque todas sus promesas se cumplen, estamos declarando “Dios sí responde las oraciones como lo prometió”, demostramos el Poder de la oración y de nuestro Padre. Con nuestro testimonio podemos ayudar la obra de Dios, porque podemos animar a otras personas a creer y a tener Fe en el Señor ya que como humanos a veces nos cuesta creer. Debemos anunciar las buenas nuevas de Dios nunca sabemos en qué momento nuestro testimonio aliente a una persona y la traiga a los pies de Cristo, o la reconforte. A veces nos gusta quejarnos y hablar solo de las cosas malas que nos pasan, pero no decimos nada de las cosas buenas. Dios nos bendice cada día, vale la pena que compartamos nuestra experiencia, no para glorificarnos a nosotros mismos y llamar la atención sino para Glorificar a nuestro Creador omnipotente y dar fe de su Poder. Dios te Bendiga.

 

Abril 11

Jesús no nos dejó huérfanos

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros (Juan 14:16-17).

Reflexión: Hay tiempos donde la desesperación invade nuestra vida y necesitamos ser consolados, reavivados, porque solo Dios puede satisfacer las necesidades más profundas de nuestro ser. Jesús nos dice en Juan 14:18 “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros” qué maravillosa promesa nos dejó Jesús. Nuestro Padre siempre pensando en nuestro bienestar nos envió un Consolador que vive con nosotros, que mora en lo profundo de nuestro ser. Una vez más Jesús nos dice tranquilos no están solos, Yo estoy con ustedes, no están desamparados, Yo les daré consuelo por medio del Espíritu Santo que mora en vuestro ser. Más adelante en Juan 14:26 Jesús continúa diciendo “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” reafirmando la labor del Espíritu Santo que ha sido enviado por el Padre en nombre de Cristo Jesús y habita en nosotros, para brindarnos compañía, consuelo, motivación, sosiego, fortaleza en todo momento. Además, en el Espíritu Santo, Espíritu de verdad también nos ofrece entendimiento, esa guía y enseñanza Divina que necesitamos a diario, nos da sabiduría y entendimiento, nos recuerda las enseñanzas de Jesús que nos conduce por los caminos del bien, y nos ayuda a discernir para levantarnos de cualquier adversidad. Dios nos muestra a través de su Palabra que no estamos solos, en todo momento tenemos la compañía Divina. Cuando nos sintamos abatidos no debemos buscar consolación en vicios que solo dañan nuestro ser y nos acarrean más problemas, solo debemos confiar en Dios, en su inmenso amor, pues el Espíritu de Consolación mora en nosotros, seca nuestras lágrimas y nos alienta a pararnos victoriosos. Dios no nos quiere ver derrotados y caídos, refugiémonos en nuestro Padre, digámosle que envíe al Espíritu Santo a consolarnos y a enseñarnos el camino de la libertad. Dios te Bendiga.

 

Abril 12

Nuestra fortaleza

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda (Salmo 121:1-3).

Reflexión: Dios es nuestra fortaleza, nuestro socorro, nuestro protector. Nuestro Padre siempre tiene un plan para defendernos, para protegernos con su escudo como dice 2 Samuel 22:3 “Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. Qué bellas palabras que describen a nuestro Creador, a nuestro Padre Celestial. Dios nos protege en los momentos más inesperados, es tanto su amor hacia nosotros que nos brinda su auxilio, su protección y a veces ni los percibimos. Nos hemos preguntado en algún momento ¿De cuántos peligros nos habrá librado Dios y no nos hemos dado cuenta? Hay situaciones en la que nos quejamos porque el tráfico nos retuvo, el zapato se nos dañó, no encontrábamos las llaves, el carro no encendía, y así un sinfín de situaciones que parecen cotidianas y absurdas, pero no sabemos si es Dios obrando con su mano Poderosa para que nada malo nos pase. Así que cuando atravesemos una situación similar no nos llenemos de amargura, pidámosle serenidad a Dios, démosle las gracias por sus bendiciones. Acostumbrémonos a apartar un momento en la mañana y encomendarle nuestro día a nuestro Padre, pidámosle protección para nosotros y para nuestros seres queridos, esto hagámoslo también antes de salir de la casa hacia nuestras obligaciones diarias, antes de empezar un viaje y en todo momento tengamos presente al Señor en nuestra mente. En otras ocasiones nos vemos envueltos en una situación sorprendente donde nos sentimos afortunados porque salimos ilesos de una circunstancia que atentaba de una forma u otra contra nuestra vida, en contextos como estos debemos sentirnos bendecidos y darle las gracias a nuestro Dios, pues Él nos refugió con su escudo, y nos dio la sabiduría para manejar el infortunio, la gloria no es nuestra, la Gloria es para Dios. Oremos en todo momento y démosle las gracias porque nos cuida aun cuando no nos damos cuenta. Dios te Bendiga.

 

 

Abril 13

¿Qué actitud estamos tomando?

A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

(Lucas 18:9-14).

Reflexión: ¿Qué actitud estamos tomando? ¿Somos como el Fariseo o como el publicano? A veces nos dejamos llevar por orgullo y dejamos que la vanidad entre a nuestro corazón. Pesamos que, por haber conocido de Cristo, e ir a la iglesia somos santos y superiores al resto del mundo, quizás la gente nos diga “pero qué buenas personas eres”, “tú sí eres buen cristiano”, “qué familia tan bella y ejemplar tienes”, comentarios que quizás alimentan nuestro ego. No debemos darle cabida a sentimientos que solo dañan nuestra vida espiritual. Si tenemos la fortuna de conocer a Dios y de saber de su Palabra, sintámonos bendecidos y démosle las gracias a Dios por llegar a nuestra vida pues lo necesitábamos, y extendámosle el mensaje de vida de Cristo Jesús a los que no le conocen, pero con una actitud humilde, sin menospreciar al que aún no ha conocido de Dios, pues todos somos iguales y todos somos igual de pecadores, si somos sanados y perdonados es por la Gracia de Dios, no porque lo merezcamos. No dejemos que el YO entre a nuestras vidas, la Gloria es de Dios, no nuestra. Somos bendecidos por el inmenso amor que Dios nos tiene, no por nuestros méritos. Recordemos que ni aun Jesús siendo el Hijo de Dios, con todo su Poder nunca mostró orgullo siempre mostró una actitud humilde, vino a caminar por la tierra como uno de nosotros. Reflejemos el amor de Dios, oremos arrodillados ante nuestro Padre y digámosle Señor ten misericordia de mí, soy un pecador, restaura mi corazón y ayúdame a parecerme más a ti. Seamos cristianos humildes y reflejemos el amor de Jesús. Dios te Bendiga.

 

Abril 14

Dos caminos

Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Y he aquí hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros (Lucas 13: 22-30).

Reflexión: Dios nos habla de dos caminos, uno con una puerta angosta y otra con una puerta ancha. A menudo nos vemos tentados porque se nos presenta un camino aparentemente fácil y atrayente, frente a otro camino difícil, y es cuando nos hacemos la interrogante ¿por dónde me voy? Debemos aprender que las cosas fáciles son pasajeras, y al final salen costando más. Son las cosas hechas con esfuerzo y disciplina las que nos llevan al éxito duradero. A veces se nos presentan ofertas muy tentadoras donde nos garantizan obtener el éxito de forma rápida. No nos dejemos engañar, busquemos siempre de Dios cuando nos topemos con situaciones como ésas, oremos primeramente al Señor y digámosle que nos dé la fortaleza para no caer en tentación. Dios no nos dijo que el camino hacia Él sería fácil, pero sí nos promete acompañarnos en todo momento, reconfortarnos, y obtener un éxito que va más allá de nuestros deseos terrenales, nos ofrece una vida eterna donde no habrá más sufrimientos y todo será felicidad, donde habitaremos con Él y todos los grandes personajes de la Biblia, una vida eterna inimaginable, no la perdamos por cosas terrenales que al fin y al cabo son temporales. Dios nos regala algo que va más allá de nuestro entendimiento y mientras estemos en esta tierra nos da la promesa de que nos cuidará, nos protegerá, nos dará consuelo y librará las batallas con nosotros, también nos ofrece momentos de felicidad, de fortalezas en la tierra. El camino a Dios es más vigorizante que cualquier camino que se nos pinta como “fácil”. Dios te Bendiga.

 

Abril 15

Nuestro Padre nos espera

Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado

(Salmos 33:21).

Reflexión: Nuestro Padre se alegra cada vez que decidimos confiar en Él, cuando descansamos en sus brazos como un niño que necesita del cariño de sus padres. Dios se goza cuando buscamos consolación en Él y no en cosas dañinas que nos ofrece el mundo. Nuestro Padre amoroso debe sentirse muy placentero cuando sus hijos le buscan, se acuerdan de él para contarle su día, buscar su bendición y dejarse arropar por su amor paternal. Dios se goza cuando nos comunicamos con Él a través de la oración, porque mediante ésta puede establecer una relación cercana con sus hijos, puede proveerle consuelo, alegrías, bendiciones, ayuda, aliento, amor, misericordia y un sinfín de emociones que se transmiten a través de la oración. Por medio de la oración Dios puede guiarnos como lo expresa en Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Nuestro Padre nunca nos rechaza, Él siempre está gozoso de que lo busquemos y hablemos con Él mediante la oración, porque de esta forma le damos el permiso para que obre en nuestras vidas como lo dice Salmo 34:17 “Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias”. Mantengamos una comunicación constante con Dios, busquémoslo en todo momento. Cuando lo buscamos Dios nos imparte una paz y contentamiento Celestial inexplicable, pues somos sus hijos y no hay nada que Él no haría para proveer nuestro bienestar. El secreto de toda buena relación es la comunicación. Aprovechemos esta oportunidad que Dios nos brinda de poder hablar con Él en todo momento. Nuestro Padre nos espera porque a Él le agrada comunicarse con sus hijos, Él nunca nos va a rechazar ni se va a aburrir con nosotros. Dios te Bendiga.

 

Abril 16

Un Dios misericordioso

Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia (Salmos 103:8).

Reflexión: Nuestro Padre es un Dios misericordioso. Pero ¿Qué es la misericordia? Una de las definiciones de la Real academia española la define como “Atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas”. Dios nos perdona porque nos ama y tiene un corazón misericordioso capaz de pasar por alto nuestras ofensas y nos trata mejor de lo que nos merecemos. Cuando acudimos a Él en busca de su perdón nos mira con ojos piadosos para darnos una nueva oportunidad y perdonar nuestros pecados. Dios es lento para la ira como dice el salmo 103:8, pues Dios en su infinita misericordia tiene piedad de nosotros y nos da tiempo para que nos arrepintamos. Cuando confesamos nuestros pecados ante Dios y nos arrepentimos de corazón, Él nos perdona, olvida nuestros agravios y nos libera del peso que llevamos a causa del pecado, por lo que nos genera una inmensa sensación de paz y libertad, pues somos nuevas criaturas en Cristo Jesús, tal y como lo dice Miqueas 7:18-19 “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”.  Estos versículos de Miqueas reflejan también las cualidades Divinas de nuestro Padre, pues nos muestra un Dios misericordioso, que no es rencoroso que es capaz de perdonar y echar en lo profundo del mar nuestros pecados. Un Dios que no es vengativo más bien es compasivo. Debemos darle gracias a Dios por su amor, porque, aunque no lo merezcamos Él tiene misericordia de nosotros y nos brinda la confianza para que nos acerquemos a Él en busca de su abrigo y protección. No abusemos de la Virtud Divina de nuestro Padre, que tenga misericordia de nosotros no quiere decir que no le duela cuando nosotros fallamos, Dios nos ama demasiado y sufre con nosotros, no abusemos de su amor, arrepintámonos de corazón, busquemos consolación en nuestro Padre y también la fuerza para no caer en tentación. Dios te Bendiga.

 

Abril 17

¿Recordamos lo que Dios ha hecho por nosotros?

Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar? no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto (Deuteronomio 7:17-18).

Reflexión: ¿Recordamos lo que Dios hizo por nosotros hace cinco años, un año o un mes? A lo largo de nuestras vidas Dios nos ha llenado de bendiciones, nos ha acompañado y ha luchado con nosotros, nos ha brindado fortaleza, y nos ha maravillado con la forma en la que ha dado respuesta oportuna a nuestras oraciones. Tristemente no siempre recordamos todas las bendiciones de Dios, todos esos momentos donde vimos la mano de Jehová Glorificarse. Los israelitas solían olvidarse de las obras pasadas de Dios cuando aparecían nuevas pruebas en el camino y nosotros en la actualidad aún lo hacemos. Cuando se nos presenta una nueva adversidad nos angustiamos y hasta nuestra fe tambalea, pero no fuera así si recordáramos que Dios ya ha actuado en nuestras vidas antes y lo volverá a hacer siempre que sea necesario. Si miramos en retrospectiva cada una de las veces que el Señor nos guio y nos cuidó en el pasado no temeríamos al futuro. A veces hasta cuando le agradecemos a Dios mediante la oración, repetimos las mismas líneas constantemente, agradeciendo una y otra vez por las mismas cosas, cuando tenemos tantas cosas por qué darle gracias a nuestro Señor. La invitación para hoy es para que nos tomemos un tiempo para reflexionar, pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a recordar todas esas ocasiones donde Dios se ha manifestado y démosle las gracias a nuestro Dios por cada una de ellas. Hagamos esta misma reflexión cada vez que estemos pasando por un momento difícil, pues nos dará fuerza y motivación para enfrentar cualquier adversidad, pues si Dios ha obrado antes, lo puede hacer otra vez. También podemos hacer un diario de memoria donde escribamos las bendiciones que Dios nos ha otorgado, sería otra forma de hablar íntimamente con nuestro Dios y podríamos leer nuestros diarios cada vez que necesitemos fortalecer nuestra fe por medio de los recuerdos. No importa de qué forma recordemos las maravillas de Dios en nuestras vidas, lo importante es tenerlas presente y agradecer a Dios por sus infinitas bendiciones, tomémonos el tiempo para recordar. Dios te Bendiga.

 

Abril 18

El pan de vida

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás (Juan 6:35).

Reflexión: Jesús nos habla de un pan de vida que va más allá del pan material, nos ofrece alimento diario que viene del cielo, ése que nos fortalece y nos da vida eterna. Hoy en día también tenemos la necesidad de ese pan espiritual que es Cristo Jesús, que sacia la necesitad más profunda de nuestro ser. Los alimentos mantienen nuestro cuerpo, son el principal combustible para que el organismo funcione correctamente, pero Dios en estos versículos hace referencia al alimento espiritual que nos ofrece Cristo Jesús, el cual nos nutre de Él y es el combustible que mantiene nuestra vida y nos lleva a la vida eterna. En ocasiones vamos en busca de Jesús por todo lo material que nos puede ofrecer y nos olvidamos de lo que realmente importa, que es el pan que nos reconforta, nos impulsa y alimenta nuestro ser. A veces sabemos de Dios, pero no acudimos a Él, no creemos lo suficiente para confiarle nuestros asuntos, preferimos encargarnos nosotros mismos. Sin darnos cuenta estamos deseosos de que Dios nos ayude, pero no lo dejamos, ni le damos permiso para actuar en nuestras vidas. Jesús nos dice que vayamos a él en busca de ese pan de vida, ese alimento diario que nos sacia completamente, pero debemos creer en Jesús, reconocer su Sacrificio y su amor, confiar en nuestro Padre. Jesús quiere nutrirnos, brindarnos el alimento espiritual que nos cura, nos renueva y nos da energía, que nos lleva a la salvación. Así como nos desesperamos cuando duramos un día sin comer, de la misma forma no dejemos pasar un día sin buscar el alimento Divino que es Cristo Jesús, busquemos sus bendiciones a través de las oraciones, y leamos su Palabra por medio de la Biblia. No perdamos el pan de vida que nos ofrece Cristo Jesús, todos tenemos acceso a él por la misericordia de Dios y el sacrificio de Jesús. Cristo pagó con su sangre Divina para que tuviéramos ese pan de vida, para que pudiéramos ser salvos. No dejemos pasar este maravilloso regalo que nos dejó Cristo Jesús. Dejemos de pensar en cosas materiales y en nosotros mismos y nutrámonos.

Abril 19

La importancia del tiempo

“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo...” (Efesios 5:15-16).

Reflexión: Es importante valorar el tiempo, pues es un regalo precioso que nos otorgó nuestro Padre Celestial. Debemos entender que el tiempo es valioso pues pasa y no se detiene, no podemos extenderlo, regresarlo o paralizarlo. Debemos aprovechar esta oportunidad que se nos ha otorgado, tenemos una vida llena con un fondo en segundos, minutos y horas puesto a nuestra disposición. Dios nos ha entregado este valioso regalo, está en nosotros aprovecharlo y administrarlo de la mejor forma. Es bueno hacer planes para el futuro, pero el ahora, el hoy es lo que realmente tenemos, el futuro es incierto y del pasado solo quedan los recuerdos. Por lo que debemos vivir cada día con intensidad, tratando de sacar lo mejor de cada día, e impregnar la vida con felicidad. A veces solemos dejar nuestros planes y deseos para la próxima semana, mes o año, pero es que del hoy es de lo único que podemos estar seguros, como dice el refrán popular “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Cada día administrémoslo para hacer lo deseos que nos dicta el corazón. Aprovechemos las oportunidades que Dios nos regala, demos gracias, sonriamos, leamos, amemos y dejémonos amar, sorprendámonos, apreciemos lo que tenemos, llamemos a ese amigo o familiar que tenemos tiempo sin llamar, expresémosles nuestros sentimientos a nuestros familiares, a nuestros seres queridos, digamos un te quiero si lo tenemos que decir, perdonemos y pidamos perdón si lo tenemos que hacer y sobre todo agradezcámosle a Dios y busquemos de Él cada día. No dejemos que las ocupaciones del trabajo y los quehaceres diarios hagan que nuestra vida pase de forma automática, que vivamos sin apreciar las maravillas de Dios. Organicemos nuestro tiempo para hacer las cosas que realmente importan, digámosle a Dios que nos muestre cómo hacerlo porque solo no podemos. Los planes son buenos, pero trabajemos para cumplirlos cada día. El dinero para subsistir es importante, pero pidámosle a Dios que nos enseñe a equilibrar nuestra vida para que el tiempo nos alcance para vivir cada día al máximo. Démosle prioridad a Dios, a nosotros y a nuestra familia. Hagamos un plan junto al Señor para aprovechar mejor el tiempo, no dejemos que el tiempo pase sin que nos demos cuenta, porque éste no se puede recuperar. Dios te Bendiga.

 

 

Abril 20

Jehová solo quiere nuestro bien

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis (Jeremías 29:11).

Reflexión: En ocasiones las cosas no resultan como las esperábamos, la desesperación nos invade, y nos sentimos abandonados, no vemos la salida pues la angustia y quizás el sufrimiento nubla nuestros horizontes. Cuando estas situaciones llegan a nuestras vidas, a veces nuestra fe se ve puesta a prueba y tambalea, pues nos sentimos solos, no vemos la respuesta inmediata de Dios. Pues nuestro Padre nos pide que confiemos, que aguardemos, seamos pacientes y que no abandonemos la lucha, que Él está a nuestro lado, aunque la respuesta a nuestras oraciones no llegue según nuestra voluntad y deseos. Dios tiene un plan de acción, todos sus pensamientos hacia nosotros son para nuestro bienestar. Nuestro Padre nunca actúa en contra nuestra, solo debemos ser pacientes y confiar en Él, pues Dios todo lo sabe y tiene su forma de actuar, pero debemos estar seguros de que ya ha preparado un plan de ayuda para nosotros. Quizás nos resulte difícil entender la forma de proceder de Jehová y quisiéramos apresurar la respuesta de Dios, pero todo tiene su propósito. El plan de Dios es perfecto, Él sabe en qué momento actuar. Si el Señor contestara siempre nuestras oraciones de inmediato nuestra fe fuera débil y no valoráramos la misericordia de Dios. Jehová sabe mejor que nosotros lo que nos conviene. El Señor nos dejó una hermosa promesa en Isaías 65:24 “Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”. Dios conoce nuestras necesidades y sabe en qué momento debe obrar en nuestras vidas, la ayuda siempre llega, Dios nunca nos olvida. Confiemos en el Señor, dejemos todo en sus manos, y descansemos en Él, digámosle Señor sé que no estoy solo, Tú estás a mi lado y no me has abandonado, Tú conoces mis necesidades, ayúdame y reconfórtame para poder seguir en la lucha y no desfallecer, pues solo no puedo, más en Cristo Jesús soy invencible. Dios te Bendiga.

 

Abril 21

¿Sabemos pedir?

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites (Santiago 4:3).

Reflexión: Dios padre tiene cualidades paternales, pues somos sus hijos. Los padres terrenales tienen la función de cuidar a sus hijos, quererlos, educarlos, y suplir todas sus necesidades. Pero hay que resaltar que los Padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos, de corregir su comportamiento, de guiarlos y enseñarles todo acerca de la vida para que puedan defenderse en la misma. Por ello los padres no deben malcriar a sus hijos, los psicólogos recomiendan poner límites en los niños y decirles “No” de vez en cuando para que de esta forma los hijos aprendan a valorar más las cosas, a ser responsables, a tener menos prejuicios y tener un mejor comportamiento que los forme como personas de bien. De igual forma nuestro Dios, nuestro Creador y Padre nos educa, nos guía, nos orienta a formar nuestro carácter. Por eso Dios nos dice “No” en ocasiones, aunque le duela, pero nos ama tanto que no quiere que más adelante erremos en nuestro camino, por eso nos dice un “No” oportuno para que no nos pese más adelante. Dios quiere que maduremos y crezcamos, a veces pedimos unas cosas que no nos convienen para nada, por eso Dios evalúa nuestras oraciones, para ver qué nos conviene más. Hay veces que Dios nos cierra las puertas y los caminos que nos llevaban a errar en la vida, para abrirnos las puertas a las grandes oportunidades. No juzguemos a Dios por los “No” que ponga en nuestras vidas, Él solo quiere velar por nuestro bienestar y que crezcamos. Pidámosle a Dios que haga su voluntad en nuestras vidas, Él sabe mejor que nosotros mismos lo que necesitamos, pongamos todo en las manos de Dios. Y no nos agobiemos por los “no” que encontremos en el camino, nuestro Padre amoroso nos pondrá muchos Sí en nuestras vidas, solo esperémoslos y esforcémonos por alcanzarlos. Dios te Bendiga.

 

Abril 22

Honra a tu padre y a tu madre

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello (Proverbios 1:8-9).

Reflexión: Ser y tener padres forma parte del plan de Dios, para que le diéramos continuidad a la vida y nos formáramos como sociedad. La tarea de ser padre no es una tarea fácil pero sí maravillosa. No existen instrucciones establecidas para seguir rigurosamente el roll de Padres. Debemos entender que nuestros padres son seres humanos, que se equivocan, que aprenden a través de las situaciones que se les presentan, y hacen el mejor esfuerzo para educarnos, criarnos y como dice el dicho popular “sacarnos adelante”. Nuestros padres nos aman, por eso como hijos debemos respetarlos y atesorar sus consejos, está en nosotros evaluar ese consejo, pero es importante escucharlos, ellos nos han enseñado y nos han guiado en la carrera de la vida. Dios les ha dado un papel importante a los padres por eso nos dice en el libro de proverbios que no despreciemos sus consejos. Tratemos de mantener una buena relación con nuestros padres, ellos nos apoyaron cuando no podíamos defendernos por nosotros mismos, nos cuidaron y nos enseñaron a vivir, nos explicaron las reglas básicas para estar en este mundo y cohabitar con el resto de la sociedad. Fueron ellos junto con Dios los que nos dieron la vida, y ahora estamos aquí disfrutando de este mundo. Sabemos que en este mundo corrompido por el pecado hay situaciones difíciles donde los padres no han hecho su mejor rol, y en vez de proteger a sus hijos han hecho todo lo contrario, en este caso lo mejor que se puede hacer es perdonar, no guardar rencor, no para justificar las faltas, sino para desatarnos de esas malas experiencias y ser sanos, para seguir adelante con nuestras vidas. Dios nos dice en Isaías 49: 15-16 “Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros” qué maravilloso es Dios, nunca nos falla, ni nos desampara. Pero también hay situaciones donde sí tenemos buenos padres y como hijos tendemos a ser muy duros con ellos, caemos en la idea errónea de pensar que ellos se equivocaron, que lo pudieron hacer mejor, tendemos a juzgarlos y nos quejamos. No los juzguemos, ellos hicieron lo mejor que podían en las circunstancias que vivieron. Seamos agradecidos porque, aunque hayan cometidos errores y quizás fueron muy fuertes, estaban tratando de educarnos y velar por nuestro futuro. Atesoremos las enseñanzas de nuestros padres y no nos olvidemos de ellos en su vejez, pues también nos toca ser padres y también cometeremos errores. Las bendiciones de nuestros padres terrenales también son valiosas, por algo Dios nos dijo “honra a tu padre y a tu madre”. Dios te Bendiga

 

Abril 23

Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, o el hijo de hombre, para que lo estimes? (Salmo 144:3).

Reflexión: ¿Nos hemos puesto a pensar en la hermosa creación de Dios? Esa creación majestuosa y admirable creada por la mano Poderosa de nuestro Dios. Todo en este mundo tiene su razón, Dios hizo un mecanismo tan perfecto que cada elemento de esta tierra se complementa y está unido a este hermoso sistema de vida. Dios creó paisajes maravillosos e imponentes, tenemos el inmenso mar, las montañas los desiertos, todos los animales, árboles, este inmenso universo. Es tan increíble cómo la tierra le da la vuelta al sol mientras da vueltas sobre su mismo eje para que pudiéramos tener el día y la noche, pero siempre estuviéramos alumbrados. A nuestro Dios no se le escapó nada, se encargó de todo, y es tan inexplicable cómo funciona y se conecta todo. Con todas estas magníficas creaciones y Dios concentró su atención en nosotros, nos hizo para que señoreásemos la tierra, para ser los protagonistas de esta obra llamada mundo. Es increíble, somos aproximadamente siete millones de habitantes, una extraordinaria obra que Dios dirige y aun así Dios piensa en cada uno de nosotros, no se olvida ni por un instante de cada uno de sus hijos, no hay sufrimiento, ni dolor humano que Cristo no sienta. Somos seres valiosos para Dios, su amor hacia nosotros es incondicional y se mantiene siempre intacto. Dejemos de dudar de nuestro Padre, a veces pensamos que somos demasiados pecadores como para acercarnos a nuestro Padre, pero Romanos 8:37-39 nos explica que nada puede separarnos del amor de Dios. No tengamos dudas, vayamos confiados a nuestro Padre, Él nos ama y siempre nos espera para cuidarnos como lo dice Isaías 43:4 "Porque te aprecio, eres de gran valor y yo te amo". Dios te Bendiga.

 

Abril 24

¿Somos prudentes?

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir (Mateo 25:1-13).

 

Reflexión: Esta parábola hace una comparación de nuestras vidas con el reino del cielo. En la vida diaria existen personas que les gusta ser precavidas, que hacen planes para el futuro, evalúan los posibles riegos que podrían afrontar, se preparan y trabajan en pos de sus metas; y se esfuerzan para lograrlo, no dejan cosas al azar o se dejan llevar por la corriente esperando que las cosas lleguen del cielo. Por otra parte, existen otras personas que no hacen planes, que viven del momento, se dejan arrastrar por la vida y como dice el dicho “como va viniendo vamos viendo”, anhelan un golpe de suerte, pues esperan que las cosas lleguen sin mucho esfuerzo. Debemos entender que el sentido de la vida no es así. Dios recompensa el esfuerzo, la disciplina y la perseverancia. Si bien es cierto que debemos vivir cada día con intensidad como si no hubiera mañana, también nos debemos preparar para el futuro pero enfocados en las cosas que son importantes. En la vida cristiana pasa lo mismo, hay personas que se preparan, buscan ser mejores cada día, hacen planes con Dios, buscan su dirección, son temerosos de Él y trabajan en pos de su salvación y hacer las cosas que le agradan al Padre, pues reconocen que, viviendo una vida con Cristo en el corazón, tienen una vida plena. Y hay otros que prefieren dejar a Dios para después, dicen “aún tengo tiempo, primero voy a vivir mi vida y cuando me canse buscaré a Dios, aún no me quiero arrepentir, aún no estoy preparado para poner mi vida en orden”. Otros creen trabajar en su fe y su relación con Dios, pero solo se acuerdan del Señor cuando tienen dificultades, lo usan como un comodín. Debemos evaluar ¿Qué estamos haciendo para obtener nuestra salvación? ¿Somos como las cinco vírgenes prudentes o como las cinco vírgenes insensatas? Seamos prudentes, no dejemos todo para última hora, busquemos alcanzar esa salvación divina, ya Cristo murió y resucitó para que pudiéramos ser salvos, solo falta que nos esforcemos. Al igual que el aceite, la salvación y la fe no se pueden prestar, cada uno debe trabajar es pos de la suya. Busquemos al Padre, no nos perdamos ese maravilloso festín en el reino de los cielos por dejar nuestra salvación para última hora. Dios te Bendiga.

 

Abril 25

¿Acaso está dividido Cristo?

Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?

 (1Corintios 1:12-13).

Reflexión: Pablo hace una pregunta interesante ¿Acaso está dividido Cristo? En la actualidad existen muchas congregaciones, unas tienen criterios distintos a las otras, pues son distintas formas de interpretar la Palabra de Dios. Cada una dice tener la verdad absoluta, y como cristianos solemos caer en el error de que, si nosotros estamos en una religión, ésta es la que tiene la verdad y las otras no, solemos pensar mi vecino, mi amigo, mi familiar o aquella persona que va a tal iglesia está perdida. Solemos criticar y juzgar a las demás personas que no están en la misma religión de nosotros. Y este tema ha sido por años motivo de disputas, separaciones familiares, peleas innecesarias, motivo de controversias que tienden a confundir al resto de la humanidad que aún no tiene una formación cristiana y aún no ha encontrado el camino a Cristo. Dejemos de formar divisiones entre nosotros mismos, estamos unidos por el mismo Dios, entonces ¿para qué caer en disputas? Existen diferentes religiones porque Dios nos dio la capacidad de interpretar, de analizar y no todos entendemos las mismas cosas, pero al fin y al cabo todos seguimos a Cristo, buscamos aprender de sus enseñanzas y encontrar el camino a la vida eterna. Cada religión que sigue a Cristo genuinamente aporta un granito de arena a la obra del Señor. En cada iglesia se encuentran verdaderos creyentes y falsos creyentes como todo en la vida. Si al fin y al cabo todos buscamos seguir a Cristo, entonces aprendamos a vivir con nuestras diferencias, todos somos iguales, nadie es más santo que el otro, todos somos igual de pecadores y perdonados gracias al sacrificio de Cristo y la misericordia de Dios. Amémonos como hermanos, respetemos las formas de pensar de los demás, seamos tolerantes, al fin y al cabo, como dijo Pablo, Dios no está dividido. La salvación no se nos será otorgada por la religión en la que estemos, sino por lo que hay en nuestro corazón. Congregarnos es bueno, porque nos ayuda a aprender de Dios, aumentamos la Fe con los testimonios y nos apoyamos entre sí, pero no nos hace mejores que nadie. Aprendamos a amarnos como hijos de Dios, no pongamos divisiones entre nosotros que solo confunden a la humanidad. Pidámosle a Dios que nos ayude a ser más tolerantes y a reflejar su amor para ser instrumentos útiles para Él. Dios te Bendiga.

 

Abril 26

Llevar la cruz de Jesús

Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo 

(Lucas 14:27).

Reflexión: A veces pensamos que el camino a Cristo es fácil, que si estamos en la iglesia no pasaremos más dificultades, no volveremos a pecar, ya tendremos el cielo ganado, sin mucho esfuerzo todo será como se dice “color rosa”. Pero la verdad es que Dios en ningún momento nos promete que tendremos una vida sin dificultades, más bien nos dice que confiemos en Él en los momentos de tribulación como lo dice Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Lo que Dios sí nos promete es que en el camino a Él seremos fortalecidos, que nos levantará, que nos vas a escuchar y nos va a responder, que nunca nos va desamparar y que nos va a brindar su amor incondicional. Cuando tomamos la decisión de seguir a Cristo, le damos permiso para que obre en nuestras vidas, para que nos renueve y nos guíe, donde dejaremos atrás antiguos vicios, ataduras para ser nuevas criaturas. Debemos morir en nuestra vida antigua para nacer en Cristo, donde seremos vasijas de barro vacías para dejarnos restaurar por Dios, lo que resulta un poco difícil porque es dejar atrás tantos vicios arraigados a nuestras vidas, pero con Dios nada es imposible. Aprenderemos como los niños, poco a poco, dejándonos guiar y enseñar por nuestro Padre. El camino a Dios es toda una aventura que no es la más fácil, pero sí es muy gratificante, nos llena de paz y es el mejor camino que podemos tomar, pues seremos guiados por Él, Dios que quiere lo mejor para nuestras vidas por lo que seremos victoriosos en Cristo Jesús. Dios te bendiga.

 

Abril 27

Llevar las buenas nuevas

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).

Reflexión: Dios nos ha encomendado la tarea de llevar sus buenas nuevas. Como cristianos debemos colaborar llevando el mensaje de amor y de vida que es Cristo Jesús. Hay aún tanta necesidad de Dios, el mundo necesita y debe conocer que hay un camino de vida eterna, que nos sana, nos renueva y nos hace libres. Podemos aprovechar las herramientas que nos ofrece esta nueva era. Hoy en día la tecnología forma parte de nuestro día a día, cada vez las cosas están más automatizadas, y de una forma u otra siempre estamos haciendo uso de ella. Aprovechemos esta red mundial para llevar el mensaje de salvación a millones de personas. Podemos usar nuestras redes sociales, un mensaje de texto, un correo, entre otras cosas. No importa si es un mensaje corto, nunca se sabe cuándo esas palabras de aliento lleguen en el momento oportuno a la vida de otras personas. Hoy en día podemos valernos de muchas herramientas para impartir el mensaje de salvación. Hay veces que somos tímidos para hablar con otras personas y la tecnología nos puede ayudar a expresarnos sin tanto miedo. Empecemos a tocar a las personas con el mensaje de esperanza de Jehová, no nos quedemos con los conocimientos aprendidos, llevemos a Cristo a donde quiera que vayamos. Otra cosa que podemos hacer es imprimir versículos de la Biblia o escribirlos ¿por qué no? Y de camino a nuestros quehaceres diarios entregárselos a personas que el Señor nos ponga en el camino para entregárselos. Cada uno puede encontrar la manera de hablar de Cristo, podemos utilizar el medio tradicional que es muy valioso porque nada reemplaza una buena conversación con Dios en persona. No importa que técnica dedicamos emprender, lo importante es que transmitamos el mensaje de Salvación y Esperanza. Dios te bendiga.

 

 

Abril 28

A imagen y semejanza

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.  Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra (Génesis 1:26-28).

Reflexión: El medio ambiente es todo lo que nos rodea, todo un planeta maravilloso lleno de recursos naturales que son vitales para nuestra estadía en este mundo. Dios nos entregó la tierra para que viviéramos en ella, la señoreásemos, la administráramos, pero también para que la cuidáramos. Como cristianos sabemos que nuestra estadía en este mundo es temporal, que Dios está creando un cielo nuevo y una tierra nueva para nosotros, para cuando vayamos a vivir con Él la vida eterna, pero eso no significa que Dios no nos va a pedir explicaciones sobre nuestra buena o mala administración de la tierra. Si aún nuestras vidas son prestadas y no nos pertenecen, mucho menos la tierra que fue la casa que Dios nos hizo para que moráramos en ella. Como cristianos solemos hablar de muchos temas, de la vida espiritual, de la fe, entre otros, pero muchas veces nos olvidamos del mundo que nos rodea. Dios nos va a pedir cuentas también por estos recursos naturales que no cuidamos. Nuestro planeta se está destruyendo cada día más y pensamos que la responsabilidad para proteger y mantener el medio ambiente recae en las grandes industrias, en los gobiernos, en los ambientalistas, pero no en nosotros, pensamos en que el aporte de uno no es nada, pero por esa forma de pensar es que nuestro planeta está cada vez más lastimado. Seamos cristianos responsables, cuidemos la casa maravillosa que Dios nos hizo, busquemos la manera de cuidar de forma personal el ambiente, hoy en día existe mucha información al respecto, si es posible hagamos trabajos ambientales colectivos y busquemos incentivar a otras personas. Aunque esta tierra sea nuestra morada temporal aún no sabemos cuánto tiempo nos queda aquí y debemos cuidar la casa que con mucho amor y dedicación nuestro Padre nos hizo para que estuviéramos cómodos y disfrutáramos de cada uno de sus recursos y maravillas.  Seamos agradecidos y no destruyamos más nuestra casa llamada planeta Tierra. Dios te Bendiga.

 

Abril 29

Entreguemos nuestros miedos a Cristo

Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado (Salmo 27:3).

Reflexión: Todos los seres humanos en algún momento de nuestras vidas hemos experimentado la sensación de miedo en nuestros cuerpos. El miedo puede beneficiarnos. Cuando somos personas temerosas de Dios esta sensación nos alienta a hacer lo correcto y a respetar y obedecer a nuestro Padre, librándonos del pecado. En ocasiones Dios usa el miedo para librarnos de situaciones peligrosas, para ponernos en alerta y hacernos saber que estamos ante alguna situación que atenta contra nuestro bienestar y alejarnos de ella. Pero hay situaciones donde dejamos que el miedo se apodere de nuestras vidas y es cuando resulta ser una emoción negativa para nosotros, pues este miedo nos ata, nos angustia, nos vuelve ansiosos y no nos deja avanzar, porque es tanto nuestro temor que nos paraliza. Cuando nos controla y nos impide desarrollarnos, avanzar y tomar decisiones, éste se ha vuelto una carga perjudicial para nosotros. Todo tiene sus límites, hay veces que el miedo es tal que vemos peligros imaginarios que nos agobian y nos roban la tranquilidad. No dejemos que nuestra paz se vea perturbada, entreguemos nuestros miedos a Cristo, Él nos dará la confianza que necesitamos para seguir adelante, avanzar y vencer nuestros más grandes temores. Confiemos en el Señor y recuperemos la paz en nuestras vidas, Dios puede librarnos de la esclavitud del miedo. No dejemos que el miedo deje de ser una sensación oportuna, para que se vuelva la emoción que controle nuestras vidas, confiemos en el Señor y Él nos hará libres. Dios te Bendiga.

 

Abril 30

No fuimos hechos para estar solos

Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él

(Génesis 2:18).

Reflexión: Dios no nos hizo para que viviéramos solos, nuestro Padre nos creó para que viviéramos en sociedad. Dios le hizo al hombre una ayuda idónea que lo acompañara y con quien formaría una familia. Como sabemos, la familia es la base de la sociedad. Nuestra naturaleza no nos permite aislarnos, fuimos hechos para interactuar y convivir con otras personas. Cuando nos aislamos del resto de las personas empezamos a amargarnos y a llenarnos de sentimientos negativos. Por eso el Señor nos llama a tener una buena convivencia con el resto de las personas, a valorarnos, respetarnos, tolerar las diferencias de los demás, a amarnos. Dios nos invita a vivir en armonía, como hermanos y lo vemos en Salmos 133:1 “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”. Nuestro Padre nos dice que no es bueno que estemos solos, por eso nos exhorta a tener una buena convivencia los unos con los otros, debemos ser comprensivos, tolerantes, respetuosos, amables, solidarios, amorosos, sinceros con nuestro prójimo. Este mundo se nos dio para que lo compartiéramos en sociedad, aprendamos a vivir como hermanos. Pidámosle a Dios que nos enseñe a amar a nuestro prójimo para vivir en armonía. Dios te Bendiga.